jueves, 7 de enero de 2010

Ella


Me acabo de crear un blog XD... y estoy recién aprendiendo a usarlo Cuek¡¡¡ x3
La verdad no sabía que subir y me acorde que tenía en mi compu un cuento que escribí para un ramo de la U... La autoría del cuanto eso sii es compartida =D Kon karoo Acuña, ya que ella le hiso varias modifcaciones y me ayudo con la redacción....




Ella

Los siguientes pasajes que van a leer corresponden a las hojas de mi de vida pertenecientes a un viaje que realicé a un lago del sur de Chile durante mis vacaciones de invierno de 1988. Estas hojas reflejan lo más importante que me ha ocurrido, hablan de ella, la mujer más bella que he conocido y que he perdido, a la que referiré simplemente como... “Ella”


6 de junio

Era una noche de tormenta, estaba escuchando algo de ópera frente a la chimenea de la humilde hostería en la que me hospedaba, cuando de pronto apareció Ella frente a mis ojos... Era la mujer más bella que mis ojos han visto jamás, media un metro sesenta, tenía cabello negro y muy largo, tanto que caía hasta rozar sus caderas. Era dueña de los labios rojos más deseables que cualquiera moriría por tener. Pero lo más hermoso eran sus ojos azules, que con solo verlos sentía que podía nadar en ellos.

No pude quitar mis ojos de su silueta, mientras caminaba por el pasillo, de pronto la hermosa mujer me miró y sonrió, luego siguió su camino hasta su habitación sin perturbación alguna.

Lo único que hice esa noche fue pensar en Ella, no podía sacarla de mi cabeza, sólo deseaba volver a verla.
A la mañana siguiente me levanté a desayunar esperando que Ella estuviera ahí, pero para mi mala suerte, no fue así. Permanecí sentado en la mesa por más de dos horas, y en ese lapso su bella figura nunca apareció.


7 de junio
Cerca del medio día salí a pasear por el jardín, era un hermoso día de sol y yo lo único que hacía era pensar en Ella. De pronto miré a la lejanía, y para mi suerte ahí estaba, a orillas del lago. Estaba sola y caminaba a paso lento, me recordó a un ángel flotando. Acto seguido, respiré profundo y me decidí acercarme a tan bello ser.
Quería conocerla y sentir su humanidad, mientras camina a su encuentro, Ella me miró y sentí que el tiempo se detuvo, sentí que en esa mirada pasaba nuestra vida y que tan linda fémina me deseaba tanto como yo a Ella.
Cuando llegue a su lado, la saludé tímidamente, a lo que me respondió con una ternura que me estremeció. Conversamos por largas horas, y me di cuenta de que era una mujer encantadora, tan dulce pero tan sensual a la vez, que me fascinaba por completo. Ese 7 de junio pasamos la tarde juntos, hasta que comenzó a caer el sol. Cuando el sol ya estaba casi sumergido en el lago, la hermosa mujer se paró rápidamente y sin decir ni una sola palabra se marchó a toda prisa con dirección a la hostería.
Cuando regresé a mi cuarto, estaba muy desconcertado por su reacción, pero esa sensación desapareció rápidamente cuando miré por mi ventana y contemplé la luna. Esa noche estaba más grande y majestuosa que nunca. Su brillo iluminaba la inmensa oscuridad del lago, percibiéndose así la vista más tétricamente hermosa que se pudiera apreciar. Me senté en el marco de mi ventana a observar el lago, que en su infinito podía divisar un bosque iluminado por los destellos de la luna.
Todo el bello paisaje que estaba presenciando, sumado al vapor de agua que salía desde lago, me hizo recordar la calidez infinita de esa misteriosa mujer. Mi mente repetía continuamente nuestra conversación maravillosa, y podía escuchar su preciosa voz como si estuviese a mi lado. Fue un momento perfecto en mi vida, que fue interrumpido por un desgarrador grito proveniente desde el bosque que estaba en el horizonte del lago.
Decidí ir a ver que era lo que sucedía, salí a toda prisa rumbo al bosque, sin pensar en mis pies desnudos ni en el frío que rozaba mis huesos.
Cuando llegue al claro, vi a un hombre completamente desangrado, con su cuerpo destrozado y sin vida, y a unos metros de él ví un lobo, de una anatomía imponente y pelaje blanco que reflejaba un brillo estremecedor. Al observarlo detenidamente, me sentí hipnotizado y olvidé por completo al hombre muerto a mi lado. Sólo me enfoque en aquel hermoso animal que estaba de perfil observando la luna, con su hocico bañado en sangre. En ese instante el animal volteó hacia mí, y me miró fijamente. Pude sentir como clavaba su mirada sobre mis ojos, y me aterré como jamás lo había hecho. Un escalofrío estruendoso me atravesó como una daga en el pecho.
El animal comenzó a avanzar hacia a mi aumentando su velocidad de manera progresiva, cuando estaba ya a cinco metros de distancia comenzó a correr en mi dirección. Recuerdo que yo estaba completamente aterrado, y en un arranque de tratar de escapar, caí de espaldas. En ese momento quede petrificado, cuando estaba a menos de dos metros el animal dio un salto, y lo vi pasar sobre mi cabeza. Pensé que ese era mi fin, pero gracias a Dios el animal se fue y se internó en el bosque.


8 de junio

Salí a caminar para poder despejar mi mente, aclarar mis ideas y tratar de entender lo sucedido. Mientras caminaba me topé con la mujer que me robaba el pensamiento, lucía radiante y tan bella, que al verla hizo que todos mis miedos desaparecieran de mi cabeza.
Nos sentamos a conversar por largas horas pero al igual que el día anterior volvió a huir antes de que anocheciera, pero esta vez fui precavido, y quedamos de acuerdo para almorzar juntos al día siguiente.
Al caer la noche, estando acostado en mí cama volví a oír un grito de desesperación, fui a toda prisa a ver que sucedía y al llegar al lugar, mi sorpresa fue mayúscula al descubrir que todo lo vivido la noche anterior se volvía a repetir. Había un hombre desangrado en el claro del bosque y a unos pocos metros estaba el lobo blanco. A diferencia de la vez anterior, no fui el único en llegar, también arribaron al lugar los dueños de la hostería y un par de empleados que fueron testigos del escabroso hecho, el lobo salió corriendo a toda prisa y se perdió en la oscuridad del bosque.


9 de junio

A las 8 de la mañana todas las personas que nos alojábamos en la hostería nos reunimos en el hall central para hablar de lo sucedido la noche anterior. Estábamos todos, menos la misteriosa mujer que tanta adoración provocaba en mí.
Debido a que el miedo y la preocupación nos corroían, decidimos ir tras ese lobo para acabar con su vida.
Eran aproximadamente las 2 de la tarde, y yo esperaba impaciente a que mi cita llegara. Ella llegó cerca de las 3, y cuando se sentó junto a mí, me estremecí por completo, una vez más me sentí hechizado por esa mujer. Estar con ella me hacía sentir feliz, me encantaba buscar sus ojos y acércame a Ella, sentía que ese era mi sitio.
Estuvimos juntos toda la tarde en el comedor, luego nos acercamos a la terraza a mirar el cielo, era un día nublado, el cielo estaba tapado por nubes, nos quedamos ahí hasta que nos comenzó a dar frío. En ese instante nos acercamos a la chimenea y nos besamos, sentí que mi alma se separaba de mi cuerpo, sentí sus labios tibios junto a los míos, nos abrazamos apasionadamente y nos dirigimos a mi habitación. Para mi sorpresa, esa noche el lobo no apareció.


10 de junio

Al despertar ella se marcho a su habitación, me levanté a tomar desayuno esperando verla pero no fue así, lo mismo ocurrió en el almuerzo, once y cena. Ese día no la vi. Me acosté pensando en Ella, me dormí soñando con su hermosura hasta que un grito de desesperación me despertó, era el lobo que había vuelto a atacar, todos tratamos de atraparlo pero nos fue imposible, así que decidimos hacer turnos de guardia en el bosque para poder cazar al animal.


11 de junio

El animal atacó durante la madrugada, estaba tan profundamente dormido que no logré percatarme de nada. El dueño de la hostería, Don Juan, me contó que una de las personas que estaban de guardia había sido atacada.
Mientras el hombre me contaba de lo ocurrido, la musa de mi vida bajaba la escalera. De pronto, me aturdí y no pude seguir poniendo atención a lo que me hablaban, solo me enfocaba en Ella, se veía tan hermosa esa mañana, su pelo negro caía sobre sus pechos y sus ojos embriagaban mi alma.
Ella me miró fijamente y salió por la puerta de entrada, yo la seguí y nos sentamos un largo rato en unas bancas fuera de la hostería, el sol brillaba de sobre manera para la fecha del año que transcurría, Ella lo miraba fijamente y no dijo uno sola palabra durante todo el tiempo que estuvimos juntos.
Al crepúsculo fui a buscar unas bebidas al interior de la pensión al volver Ella ya no estaba, solo había una nota que decía nos vemos mañana para almorzar.

Según la designación que había hecho la comitiva de la hostería, esa noche me correspondía hacer guardia, así que tomé el arma que me había dejado Don Juan en mi habitación y salí en dirección al bosque.
Era la noche más espeluznante que había visto; la niebla nublaba todo a mi paso y el frío estremecía cada parte de mi cuerpo. Al ir sumergiéndome en la inmensidad del bosque, este se hacía silencioso, tanto así que de un momento a otro reinó un silencio sepulcral. Estando en el claro del bosque empecé a sentir que se agitaban las hojas a mi alrededor, y entre unos arbustos vi aparecer al lobo. Me sentí petrificado y el animal se me lanzó encima, en ese momento, en un arranque de sobrevivencia, cogí el arma y le disparé justo en el corazón a tan bello animal. Este cayó al suelo, desangrándose de manera grotesca, y por tanto muriendo a los pocos segundos del disparo. En ese momento sentí un vacío en el alma que no supe explicar.


12 junio

En la hora de almorzar, todos los habitantes de la hostería celebraban mi victoria frente al lobo. Don Juan realizó una comida en mi honor, ahí esperé con ansias verla a Ella, pero no apareció.

Mi estadía en la hostería del lago acabó el 22 de junio, busqué por todos los rincones de la hostería y lugares aledaños a la misteriosa mujer que me enloquecía, sin embargo no encontré rastro de Ella. Todo indicaba que se había esfumado sin dejar huella alguna.




2 comentarios:

  1. uy Pompo me gustaaaa que estes asi, niño escritor
    para que dejes de ser tan troglodita xD
    que libro estai leyendo a todo esto?

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